La cinta de los realizadores argentinos Alejo Moguillansky y Luciana Acuña llega al Festival tras su paso por Berlín, donde tuvo una buena acogida por el público
El catálogo y la rejilla de programación al completo de la vigésima primera edición del Festival se pueden consultar en la web oficial lpafilmfestival.com
Las Palmas de Gran Canaria, jueves 28 de abril de 2022.- ¿Una comedia durante el confinamiento? Probablemente sí. ¿Un retrato de una niña y su familia en el confinamiento? Aparentemente sí. ¿Un absurdo musical beckettiano filmado en el confinamiento? Exactamente sí. Estas tres cuestiones podrían resumir La Edad Media de Alejo Moguillansky y Luciana Acuña, una película lúdica sobre la vida de los realizadores y su hija Cleo durante el confinamiento. El primer pase de la cinta argentina, que compite por la Lady Harimaguada de Oro, será este jueves 28 de abril, a las 18:00 horas, en Cinesa El Muelle.
La Edad Media construye un relato tan lúdico como testimonial. Esta película sobre la vida de los directores Alejo Moguillansky y Luciana Acuña y su hija Cleo durante el confinamiento retrata a la familia llevada al límite. Vista a través de los ojos de su hija de diez años, la cuarentena tiene efectos absurdos en la vida doméstica de una familia de artistas. Pero lo que tiene de particular la cinta, más allá de haberse concebido durante el encierro obligado, es su apuesta por la comedia.
Sus creadores explicaron este jueves en un encuentro con la prensa que La Edad Media es una película familiar, una mirada sobre el impacto de la pandemia en sus vidas y una reflexión sobre cómo sobrevive quien dedica su vida al arte y la cultura en su país, Argentina.
Cuando apenas tenían solo tres horas antes de que se decretase el confinamiento en el país latinoamericano, Luciana Acuña fue a la productora El Pampero Cine a buscar una cámara y un equipo de sonido. Por aquel entonces, no sabían que iban a rodar una película, pero por lo menos, “así tendrían algo que hacer mientras estaban encerrados”. Fue así como empezaron a filmar, “como quien no quiere la cosa, para pasar el tiempo con su hija y para sobrevivir”. Los fotógrafos, los sonidistas, los directores eran ellos mismos.
La película de alguna forma retrata la pandemia, “está de fondo”, pero “nunca fue la intención hacer una película pandémica, pese a estar hecha durante ese largo periodo de crisis sanitaria”, explicó Alejo Moguillansky. La Edad Media, dijo, “muestra sobre todo a una familia encerrada que no puede salir de casa, pero podría ser por la pandemia o por cualquier otra cosa”. El origen de la película, continuó, “es generar ficción en el presente y su presente en este caso es la pandemia”.
“Lo que hacíamos era ver muchas películas de Buster Keaton y de Chaplin con nuestra hija y copiar escenas y hacer otras, pero con ese espíritu”, apuntó Luciana. Al principio, “no teníamos ni una película ni un guion, sino diferentes materiales y escenas muy lúdicas y graciosas”, porque “esos eran los referentes de los que disponíamos más allá de que nuestro lenguaje no tiende a la solemnidad sino al humor”.
En cuanto al rodaje, que se alargó durante varios meses, explicó la pareja, no existía una agenda establecida al no depender de ningún agente. “Lo mismo estabas trabajando como cocinando o con las clases de nuestra hija”, así que “en ese nivel de alineación que uno tenía”, detalló Alejo, se filmaba y, reconoció “era un momento de oxígeno”.
Al tener una de las patas de la película ocho años, “necesariamente había algo de juego y algo serio al mismo tiempo”. Se filmaba en los tiempos de Cleo. Una, dos o hasta tres horas al día. Todo era muy arbitrario. La investigación era una constante en la película al no existir guion. Se fue generando mucho material y eso devino en una estructura. No es una película improvisada, insistieron.
“Inventábamos las escenas y las ensayábamos mucho antes de filmar. Después, todo se editaba. Esa escritura pedía nuevos materiales y se convertía en un círculo no sé si vicioso o virtuoso, uno de los dos”, dijo el cineasta.
Tras el paso de la cinta por Berlín en febrero con buena acogida por el público y esta semana en Buenos Aires y Corea, esta reflexión con humor de todas las crisis atravesadas por una familia en una situación atípica de encierro tendrá un segundo pase este viernes 29 de abril a las 20:00 horas.
El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento de la capital grancanaria, a través de Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cuenta con ayudas públicas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y del programa para la internacionalización de la cultura española, PICE Visitantes, de Acción Cultural Española (AC/E).
Entre los aliados destacados del certamen se encuentran Cinesa El Muelle, Centro Comercial El Muelle, Hotel Cristina by Tigotan, Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología o Casa África, espacios que también funcionan como sedes o acogen actividades de la cita cinematográfica; además de otras instituciones y entidades como Sagulpa, Audiovisuales Canarias, Music Library & SFX o el International Bach Festival. Asimismo, su mercado, MECAS, es posible gracias al patrocinio de la Gran Canaria Film Commission-Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria y al apoyo de Canary Islands Film y Proexca.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la Universidad del Atlántico Medio, el Clúster Audiovisual de Canarias, la Asociación de Cineastas de Canarias Microclima, la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) y Repeople son entidades colaboradoras.
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