- El productor argentino, Ivan Eibuszyc, presenta la película a concurso Kékszakállú, primera incursión en la ficción del director argentino Gastón Solnicki, un retrato de insatisfacciones veraniegas entre jóvenes de la clase alta argentina
Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 5 de abril de 2017. Un retrato veraniego de insatisfacciones, vacíos y sentimientos encontrados de varias jóvenes de la clase alta es el relato que muestra Kékszakállú (Gastón Solnicki, Argentina, 2016, 72 min.) película de la sección oficial, que se ha presentado en la sexta jornada del 17.º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
Ivan Eibuszyc, el productor de este trabajo explicó que la película “que navega entre el documental y la ficción”, inspirado por la ópera de Béla Bartók El castillo de Barba Azul, Kékszakállú, se rodó en 8 semanas, entre Punta del Este (Uruguay) y Buenos Aires (Argentina).
El productor argentino fue explícito y dijo que el cine de autor “tiene su público”. En palabras suyas “el público de los festivales está predispuesto a encontrar películas poco convencionales., a pesar de que haya gente que salga disgustada porque no le gusta tu trabajo. Yo a veces no entiendo a Superman. Siempre hay público”, apuntó.
Plagado de referencias a la sociedad de consumo y “a la pertenencia a la clase alta acomodada que te brinda todo y no te exige” describe situaciones existenciales donde “unas vacaciones que deben ser un disfrute, parecen un castigo”.
La película comenzó siendo un documental cercano. “Gastón agregó el personaje de Leila después de filmar a sus sobrinos. Fue un hacer y deshacer continuo, el guion tuvo un proceso permanente de escritura y rescritura”, explicó.
Kékszakállú tuvo su estreno internacional en el festival de Venecia y, en su recorrido, ha pasado también por los certámenes de Toronto, Nueva York, Vancouver, Río de Janeiro, Mar del Plata y Rotterdam, entre otros. “Al final, la gente te llega”, apuntó.
Kékszakállú, tercer largo del cineasta argentino Gastón Solnicki, es su primera incursión en la ficción tras los documentales Sudën y Papirosen (Mejor película argentina en el Bafici de 2012).
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