Los vasos comunicantes entre la selección de este año marcan una preocupación común: la insatisfacción con las condiciones sociales y el deseo de cambiar el statu quo que nos trajo hasta aquí. Los cortometrajes que compiten se niegan a ser restringidos a un marco y comprenden películas con una gran curiosidad por los límites de la forma y una preferencia por el estado de ánimo sobre la trama. Cineastas con visión de futuro exploran los límites fluidos entre géneros y profundizan nuestra introspección personal y social. Más que nunca, es una selección de empatía, de sutil identificación con la alteridad.

Andreea Patru


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