Cine que combina solidez y riesgo, que narra regresos del miedo desde la estética. Una ruptura continua de los clichés que ha generado la imagen mediática con nuevas imágenes desde las fronteras. Una selección que busca la consistencia proyectada desde la diversidad de géneros y estilos. Con elementos que deconstruyen las ansiedades de la sociedad para mostrarlas como algo libre de cargas, desde una nueva mirada, a veces obviando la lógica. Con reflexiones sobre las obsesiones contemporáneas y sus consecuencias. Sobre nuevas interacciones, identidades líquidas y conflictos virtuales que se transforman en pesadillas de lo real. La deshumanización en entornos digitales se traduce en imágenes pixeladas, generadas por ordenador o grabaciones caseras capturadas por cámaras de gamers. Cine sobre diferencias culturales, tradiciones, apariencias y pasados relativos. Creador de imágenes inesperadas, bellas o turbadoras. Cine que conversa sobre sí mismo, que rescata celuloide para destruir fantasmas ante nuestros ojos, que añora el cine perdido. Que discute sobre figuras políticas o deportivas, sobre grandes eventos, victorias y fracasos. Sobre heridas de cuerpos y almas. Sobre el paso del tiempo y las incertidumbres venideras. Obras que confrontan individuos con masas. Figuras solitarias y muchedumbres enfervorecidas. Glorias pasadas y nuevos ídolos. Arriesgadas apuestas para unir lo estético a un discurso político que señale falsedades. El cuerpo humano como campo de batalla de la imagen y su representación como forma de afirmar realidades aceptadas que deberían cuestionarse sistemáticamente. El camposanto como objeto de gentrificación. Los que olvidan su pasado contra los que lo subrayan. Autores que regresan a los mitos y los reforman, donde la naturaleza es un narrador omnisciente que decide contar una historia sobre el bien y el mal.


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