Entre la oleada hipermoderna de cine de autor que mira, fagocita, se apropia y vomita los modos y usos del cine de género de los años 60 y 70, tendencia que tuvo su punto de partida en las filias y parafilias de Tarantino, extendiéndose como un virus contagioso por todo el panorama cinematográfico actual, pocos realizadores tan honestos a la par que referenciales, tan frescos al tiempo que premeditados y tan complejos a la vez que directos en su praxis estética y narrativa –aplicando este último término con todas las reservas posibles- que el dúo francés de nacimiento y francobelga por vocación compuesto por Hélène Cattet y Bruno Forzani. Su pasión por reelaborar los tropos y estilemas del cine popular europeo de los 60 y 70, más específicamente el delirante giallo italiano, sin despreciar toques de spaghetti western y polar, pasa por un profundo conocimiento y aprecio del mismo, que cristaliza en su reificación cinematográfica en puro fetichismo cinéfago, a través de tres declaraciones de amor: AMER o el giallo desnudo; L’ÉTRANGE COULEUR DES LARMES DE TON CORPS, o el giallo travestido; y LAISSEZ BRONZER LES CADAVRES o el spaghetti-polar. Aplicando la tradición metagenérica, apropiativa, cerebral, puramente emocional y al tiempo estética que desde surrealistas como Breton o Desnos hasta compañeros de viaje como Cocteau y Georges Franju, o extraños puentes colgantes entre mundos como Jean Rollin y Jess Franco, encuentra en el poder de imágenes y símbolos, personajes y arquetipos, escenarios y narrativas de cine y literatura popular inagotable inspiración para sus búsquedas vanguardistas de experimentación, reflexión y deconstrucción, como hicieran a su vez Nouvelle Vague y Nouveau Roman, Godard y Resnais o Robbe-Grillet y Julien Gracq.

Que esto es así lo evidencia la selección de Cattet y Forzani para su “carta blanca”. Desde MESHES OF THE AFTERNOON, pieza fundamental y fundacional del cine experimental americano con raíces en el surrealismo europeo, de la hechicera vudú Maya Deren, hasta PROFONDO ROSSO, piedra angular de la sangrienta catedral del giallo según Argento, que eleva el bolsilibro de crimen y misterio a forma de arte. Desde la inquietante LA BOUCHE DE JEAN-PIERRE, gélida inmersión en los peligros de la infancia y los monstruos de cuento que acechan en los rincones oscuros de la realidad, hasta BELLADONNA OF SADNESS, animación psicodélica nipona para adultos, erótica y rebelde. Todos ellos evidencian la proximidad del cine de género y popular con la vanguardia más arriesgada y experimental, poniendo en imágenes el axioma alquímico que reza “lo que está arriba como lo que está abajo”, verdad gnóstica de extremos que se tocan que Cattet y Forzani convierten en hipermodernos y apasionados poemas narrativos, más allá y más acá del mero retro y la nostalgia.


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